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En los tiempos que corren quiero lanzar una flecha, una visión, un destino a las medicinas y técnicas que nos rodean.

Hace casi 44 años la medicina occidental me trajo a este plano, sin ella y los conocimientos médicos no hubiera nacido.

Mi madre tuvo un terrible accidente de coche que casi la mata. 27 fracturas en su cuerpo incluida la de pelvis. Estaba enbarazada de mí de cuatro meses y medio. El octavo hijo quería nacer, no hubo aborto natural y seguía enganchado en las entrañas de mi madre de manera milagrosa. Las reacciones médicas del momento y también las familiares aconsejaron a mi madre que optase por el aborto, su vida corría peligro y no tenían claro en que condiciones iba a llegar esa vida, ese niño… Mi madre a pesar de toda la adversidad preguntó: Dr, ¿el niño sigue ahí? La respuesta fue si…

Entonces mi madre prosiguió, si el niño está ahí es porque quiere vivir, se llamará Ulan, que significa «GRAN GUERRERO».

El amor incondicional de una madre valiente y entregada a la vida junto, con los conocimientos y técnicas médicas occidentales alumbraron mediante cesárea a un varón de 3.5 kilos. – Una historia milagrosa y fascinante –

Son muchas las vidas que la medicina y la ciencia occidental salvan a diario.

Hace casi 8 años conocí las medicinas ancestrales. Estaba perdido y desamparado, con terribles cargas adictivas como, la cocaina, el alcohol, la marihuana, el sexo y otras tantas… Conductas altamente tóxicas para conmigo y por ende con los demás. Fue entonces cuando a través del sufrimiento tuve el llamado de las medicinas ancestrales.

La primera vez que tomé Ayahuasca lo tuve claro, me mostró todo, todas las conductas autodestructivas, desde que lugar estaba viviendo, donde estaban mis heridas y mis traumas más profundos… Las compresiones habían llegado, la sanación se inició en ese instante, la transformación daba comienzo.

Fueron las medicinas ancestrales y mi amor propio con las que volví a nacer, salir del fango para adentrarme en un camino de consciencia, de sanación, de libertad y empoderamiento.

Ahora, después de un largo recorrido con las medicinas ancestrales, dedico mi tiempo, mi vida y mi corazón a este caminar, para que personas como yo en su día encuentren un espacio, un lugar donde poder encontrarse y encaminarse de nuevo, con otra mirada y concepción de la vida.

Gracias medicina occidental, gracias medicinas ancestrales 🦋❤️🔥✨

Con total certeza:»JUNTOS SOMOS MÁS FUERTES» 🌈🏡🙏🏼🥰

Ulan